Los ojos no llegan a ver más que una superficie con límites que poco a poco se desdibujan. Las manos juegan a ser conductoras de algún destino, de una disputa, de una búsqueda de equilibrio. Ni ojos, ni manos, ni mente, no pueden solos, no sin el todo, sin un ser completo, sin una historia. Tampoco sin un otro.

Seguimos preguntándonos: ¿Quién lo creó? ¿Cuándo se originó exactamente? ¿Cómo puede ser tan vasto y tan perfectamente armonioso? Tanta simpleza y tanta complejidad juntas...

... Seguimos preguntándonos... hasta que nos damos cuenta de que al usar nuestro tiempo en buscar los orígenes de algo que nos lleva tanta ventaja, nos perdemos la posibilidad de disfrutarlo y de conocerlo un poquito más. Siempre habrá algo más por ver, por experimentar, por aprender.

Eterno... Así lo vemos, y nos admiramos... sin datos exactos de su origen y sin que parezca tener un final. Preguntándonos si existe por causa nuestra o somos nosotros los que existimos por y gracias a él. Algunos dedican sus vidas a intentar conocerlo un poquito más.

Intimidante... tan extenso, con tantas posibilidades que no llegaremos a conocer... nos hace muy fácil el sentirnos insignificantes. Pero igual nos permitimos crecer... Su perfección nos ayuda a intentar alcanzar la propia y, aunque nunca lleguemos, siempre avanzar. A veces intentamos pararnos sobre un par de estrellas, y desde ahí soñar. Y nos lo permite, y nos acepta, siempre buscando equilibrar las fuerzas, para que no caigamos, pero también tenemos que luchar. Su belleza se vive cada vez que uno quiera. Es muy simple... tan simple como un juego, tan simple como el universo.

Autora: María Belén Janiot. 

País: Argentina. 

Título: Sentires de Go. 

Tipo: Narrativa e ilustración.