Trescientos sesenta, trescientos sesenta y una.
Vacío.
Silencio.
Dos espíritus que se observan.
Movimiento 1
(Comienzan las voces...
ecos que se acoplan y batallan por ser escuchados
mientras respiran en ese cuadrado que reflejan callados.)
—Uno, dos, tres… tres espacios.
—La distancia de la pared más uno.
—El punto en la simetría.
¡El territorio de blancas siempre parece más grande! Y la amplitud, por aquellos lugares,
da esperanzas.
Movimiento 45
(El reloj transcurría y ellos deliberaban.
Las libertades no alcanzaban y la muralla residía cerca.)
El nudo de bambú la preocupaba; observaba e imaginaba lo imposible.
Opuestos fueron sus saltos desaforados y velocidades truncas de conquistas
ambiciosas. Sumado a una piedra solitaria en el sector derecho, que junto a la
proximidad más brusca desencadenaron un dragón gigantesco, célebre
habitáculo de diagonales indefensas.
Movimiento 79
(Un instante lo cambia todo.
Un instante en el que los espacios se mezclan, las preguntas aumentan, los
recuerdos aparecen, y las respuestas… florecen en espejo; junto a una lluvia de
verbos terminados en ar y en ir tomando la delantera):
—Salir, salvar, arriesgar; construir, morir… sacrificar, ganar.
—Entrar a la cueva del tigre, agonizar.
—No andar por detrás.
Movimiento 80
En aquellas tierras, solo los grupos encerrados pueden morir.
—¡No debía dejarse dividir!
—¿Era mejor la red o la escalera?
— ¡Si ya era rica… no necesitaba esa pelea!
La casa en llamas, y ella de pesca.
La avaricia, su enemiga.
No alcanzó con melocotones. Queriendo cerezas, terminó siendo presa.
¡Qué extraño!
¡Qué extraño el punto uno-dos!
¡Qué extraños todos los puntos!
Movimiento 81
(Prosigue la lucha, el fuego, la tierra. Hasta que uno da tregua y al fin conecta;
pero insiste, lo pone a prueba. La clave del otro también era la de ella.)
—La L muere,
—con el peine alcanza…
—Cuatro sucumben y seis festejan…
—Avanza una línea y ahora seis se retiran pero ocho celebran…
—¡Qué lío!
—Si no sabes, tenuki.
—Hane a la cabeza de dos,
—30 son los puntos del ponnuki.
—cuatro, es la línea de influencia.
—tres, territorio.
—dos…
Movimiento final
Para todo, hay un tiempo.
y en su turno recordó: a las voces, no seguirlas a ciegas.
Después de todo, pasará mucho tiempo para que haya dos encuentros iguales.
Y cuando lluevan verbos, elegiría VER.
PASS.
Autora: Gissella Gastin.
País: Argentina.
Título: Rodeada.
Tipo: Narrativa.